Monday, November 6, 2017

¿Por qué la UIAGM es una buena opción para los guías de montaña de Ecuador?




La Unión Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña es una federación que agrupa a 23 países en los que se practica montañismo, escalada o esquí de manera comercial, es decir, donde aficionados a estos deportes contratan guías para que les brinden seguridad. Al mismo tiempo, la UIAGM emite una certificación, del mismo nombre, la cual implica que un individuo ha sido entrenado bajo sus estándares. ¿Cuáles son estos? Pues los más rigurosos de la industria.


El Ecuador, representado a través de la ASEGUIM, acaba de ingresar a esta Unión. Esto constituye la validación del trabajo que se ha realizado por más de veinte años y ciertamente representa el paso más importante en la profesionalización de la actividad en el país. Pero ¿cuáles son los beneficios de este ingreso?


Reconocimiento. La marca UIAGM es la más afianzada en el mercado. Esto no es una coincidencia, es producto de trabajo arduo por más de 50 años para demostrar que detrás de cada guía que porta el logo, se conjugan teoría aportada por fabricantes y experiencia labrada,  sin atajos, por individuos que han puesto en práctica las técnicas en la mayor variedad de terrenos posibles. De hecho, no existe un país en el mundo que cuente con un programa más extenso que el UIAGM para formar guías, y obviamente Ecuador no es la excepción. Al aceptar nuestra propuesta de programa de entrenamiento, la comisión técnica de la UIAGM, nos reconoce dentro de ese estándar.


Mejoramiento de las condiciones laborales. Pertenecer a la red más extensa de profesionales de la montaña, representa intercambio constante de conocimiento, lo cual es la herramienta más útil para minimizar el peligro en un trabajo riesgoso. Ahora la Escuela de Guías de la ASEGUIM puede enviar y recibir instructores para intercambiar experiencias y gotear esos conocimientos a los colegas agremiados. Pero las mejoras no solo son a nivel técnico, también suceden en el campo laboral. Ahora será más fácil para los guías ecuatorianos acceder a seguros tanto de accidentes, como de responsabilidad civil, pues la UIAGM es la marca que aceptan las aseguradoras internacionales.


Acceso a más trabajo. Las compañías internacionales usualmente mandan tour líderes de sus países de origen a cargo de los grupos de clientes, esto sucede en parte porque, sin el UIAGM, no estarían cubiertos por sus respectivos seguros. Al contar ahora con guías ecuatorianos con esa marca, hay una razón menos para enviar guías extranjeros. Este beneficio también se aplica hacia afuera. Para sustentar una familia como guía de montaña hay que trabajar por lo menos tres cuartas partes del año. Dado que nuestro trabajo depende de las temporadas climáticas, ahora los guías ecuatorianos cuentan con un diploma para tramitar trabajo en otros lugares del mundo, durante la temporada baja local.


Variedad. Hasta antes del acercamiento de la UIAGM a Ecuador, el “pan nuestro de cada día” del guía Ecuatoriano eran vías normales de moderada dificultad en montañas de roca o ascensiones glaciares que no llegan a clasificar como escaladas. Al incorporar más disciplinas en el espectro de práctica de los futuros guías, se podrá salir de la monotonía y en un futuro mediano, los guías podrán ofrecer sus servicios en escalada en roca, en terreno mixto y en expediciones. Eso sin mencionar que la Unión facilita la plataforma para acceder a actividades fuera de la montaña que involucran el mismo set de cualidades, como por ejemplo, los trabajos verticales y el barranquismo.


El ingreso de la UIAGM al Ecuador no son un grupo de extranjeros viniendo a decirnos como hacer las cosas en nuestro propio país, como pretende exponer una minoría. Son la gente con más trayectoria en la industria (recordar que esta actividad nació en otras latitudes) confirmando que, además de hacerlo bien como locales, estamos también a la altura de guiar a nuestros clientes en otros países, si es que nuestros servicios son requeridos. Este no es un caso de soberanía, pues las montañas son universales y mucho menos se trata de entreguismo, pues nosotros mismo somos la UIAGM.


Thursday, July 20, 2017

THE EXOTIC







July 20th, 2017
Chamonix - France


Pride is a complicated thing. If used excessively and in the wrong way, it can be dangerous. The world is full of examples where one group of people feels superior than others, as a result of “pride”. I come from a generation of Ecuadorians without that problem. The stigma of a third world (or more politically correct “developing”) country, made us believe that everything that came from abroad was “better” by default. You were out of the average if you felt proud of being Ecuadorian. I don’t know where I stood on that matter when I was a younger, I don’t think I cared much. I never felt special because of the country I was born in, and I never looked up to foreigners as if they were worth more than other human beings.


In the bigger picture of society, there are rich and poor countries (financially speaking), bigger and smaller, and many other fact differences that inevitably are creating codes within the world's dynamics. I personally love when those established codes get broken, when the little guy beats the bigger one...in general when the unexpected happens. I like that, for the pure joy of seeing the chaos, but also, because everytime that happens, it’s a proof that we, as human beings, are capable of taking our destiny into our own hands regardless of expectations. Not long ago, I experienced first hand the existence of such stereotypes, as a result of assumed codes, but more importantly I had the opportunity to prove the stereotype wrong and feel proud at the same time.


Lately I have been traveling around the german part of Switzerland and pretty much, every time that I arrived to huts or hotels to claim my reservation, I repeatedly got the same answers: “We have a reservation for x number of clients and a mountain guide, where’s the mountain guide?” It was funny to see the faces of confusion when I answered: I am the mountain guide, at the same time that I handed them my credentials.


Don’t take me wrong, I am not complaining. I believe that if I was in their’ shoes, maybe I would have had a similar response. I am conscious that I don’t look like an average mountain guide (if that look exist), and certainly not a Swiss guide. However, I couldn't help but feel proud during those moments.  I remembered where I came from, how much effort my Ecuadorian colleagues and I have put into adopting international standards, that somehow these experiences, felt like a validation of our process.


In fairness, I must say that the mountain guiding community is not discriminatory. I was able to access my training, because French guides looked beyond their Alps and decided to spread and share the profession around other mountain ranges.  Nowadays, I can do the same with aspiring guides in Ecuador, thanks to German guides, who helped me in my process of becoming instructor. Both were cases that demonstrate a very altruistic action. And I must also mention my North American colleagues, with whom I normally work. Since the beginning, when I worked as an assistant guide with some of them, they always treated me as an equal.


In the european huts, a little before dinner time, they serve an aperitive, only for the guides. Every time I get to participate on these rendezvouses, it’s interesting to see how the colleagues look at me, at the beginning with surprise, then with the curiosity that people observe and exotic thing but finally camaraderie. So, to conclude, I want to say that I am proud to belong to an inclusive Union. There’s always exceptions, but in general our community values diversity and faces the challenges with high tolerance and respect. I value that, because those are all qualities that seems to be in danger in certain spheres of the world nowadays.