Bogota
Junio 28, 2018
(memorias)
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Algunos de los guías ASEGUIM promovidos a la licencia UIAGM. Quito 2017 |
Camilo Cienfuegos hablaba de la importancia de escribir la historia de la revolución cubana, sin que pase mucho tiempo, desde que triunfó. ¿Será que por su cabeza pasaba la idea de que al llegar a viejo, la memoria falle y se cuente, a conveniencia, los hechos?...Toda versión le pertenece a su autor. Yo contaré la mía, ahora que la adrenalina del momento se ha diluido, pero cuando todavía la memoria no me elude.
Los guías de montaña ecuatorianos hemos llegado a la UIAGM. Ha sido un esfuerzo de años, y ahora que es una realidad, me pregunto ¿valió la pena? En el siguiente texto me permito detallar lo que este proceso ha significado para mí. Además, dado que muchos han comentado (y criticado) al respecto, creo que llegó la hora de ofrecer mi versión.
Cuando fue mi turno de formarme como guía, ingresé al programa de entrenamiento de la Asociación de Guías de Montaña y Trekking de Bolivia (AGMTB), que en su momento, era la opción para los ecuatorianos que nos queríamos certificar internacionalmente. Esto, de entrada, ya era un "tema". La administración de ese tiempo en Ecuador, por decir lo menos, no facilitaba las cosas para los que nos queríamos formar afuera.
Al terminar la carrera, me quedé con varias sensaciones de todo tipo. Por un lado estaba contento, pues ese momento representaba la culminación de lo más duro que había completado hasta entonces, pero al mismo tiempo, me quedé con algunos “sinsabores”. Recuerdo que Aldo Riveros, en ese tiempo directivo de la asociación Boliviana, anunciaba al público, durante la ceremonia de clausura, que yo había obtenido la mejor puntuación de la generación, al mismo tiempo que me colocaba la insignia de guía de su país (la internacional llegó unos días más tarde, entiendo yo, por asuntos administrativos...mi colega Nacho Espinosa lo recuerda bien).
Yo analizaba: -tengo la mejor nota, pero ¿realmente estoy listo para salir al mundo y llevar clientes a las cumbres que se me presenten al frente?- Por más que quería auto convencerme de que sí, de que esa medalla virtualmente me entregaba superpoderes, la realidad es que no. Años después he comprendido que es normal sentirse así, pues las escuelas y sus programas de entrenamiento son limitados. Esto no es una crítica, es simplemente una realidad. Por más “completo” que sea un programa, siempre van a quedar vacíos en los alumnos que gradúa, eso sin mencionar que la nuestra, es una industria que evoluciona rápidamente y que los conceptos se modernizan a cada temporada.
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Algunos de los participantes del examen final para guías - AGMTB Bolivia 2011 |
Otro de esos “sinsabores” era aquel incómodo: ¿y ahora qué sigue? A nivel personal sabía que nunca iba a dejar de buscar más educación. Pero a nivel grupal, era consciente que en mi país había mucha gente con mayor potencial que el mío, pero para la cual, el emprender una carrera en el extranjero, no era una realidad. Fue ahí cuando, como bien lo describe Nacho: conspiramos. Había que traer la UIAGM a Ecuador, no para nosotros, pues ya la teníamos, sino por los futuros guías del país. Literalmente aceptamos el reto de formar a nuestra competencia. Para mi, era una manera de establecer un legado en el país.
¿Cómo ejecutar ese proyecto?
Lo obvio, nuestra primera opción fue solicitar ayuda a la AGMTB (Bolivia). Se hizo los acercamientos pertinentes a cargo de José Luis Peralvo, y en Octubre del 2013, Aldo Riveros de Bolivia, hizo un espacio en un viaje de trabajo a Ecuador y nos visitó en Quito, con una respuesta. Recuerdo que la final de la reunión, ya en privado, concluimos que había que prescindir de Bolivia, sobretodo por dignidad. Lo que Aldo nos planteaba era básicamente operar los exámenes de admisión en nuestro país y que el resto de la carrera se ejecute en el suyo (con lo cual, el objetivo de -traer- la certificación al país, no se cumplía). Además proponía horarios que se adaptaban únicamente al calendario e intereses Bolivianos. Y más grave aún, él decía: ‘no podemos usar los guías ya graduados, ni instructores de Ecuador, pues dudamos de su nivel como tales, así que traeremos los propios’. Adelantaba él, que los Ecuatorianos deberían pagar, no solo el transporte y salarios de los Bolivianos durante las actividades, sino también un extra por el tiempo que necesitaban para llegar y explorar nuestras montañas, para determinar dónde ejecutarán el programa.
Yo completé la carrera de guía en ambos países por esos años y puedo decir que sí había diferencias, como era de esperarse. Bolivia ya era miembro de la UIAGM y nosotros no. Pero esa brecha, no era tan grande como para agachar la cabeza (por no decir bajarse el pantalón) y desconocer, de un tajo, el trabajo de instructores ecuatorianos que había arrancado en los 80’s.
Con José Luis decidimos que no teníamos cara para informar a nuestros compatriotas que: a) la escuela local, de más de 30 años, desaparecía y que ahora dábamos un paso a un lado, para que los Bolivianos la manejen. b) que seguramente las intenciones de Aldo, no representaban el parecer de la totalidad de colegas Bolivianos, pero que no nos correspondía indagar en ese aspecto y c) a pesar de que esto podría traer un momento incómodo entre los dos países, había que llegar a la UIAGM, por nuestra cuenta y sin la ayuda de Bolivia.
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Durante el segundo viaje de aplicación. Senales -Austria 2015 |
Fue así como nos volcamos a tocar puertas y a ordenar la casa. Personalmente fui cuatro veces a Europa (auspiciado por mi bolsillo) para hacer los trámites de aplicación. José Luis hizo las movidas políticas pertinentes con el gobierno de Ecuador, para establecer reglas que concuerden con los estándares internacionales. Se aprobó nuevos estatutos de la ASEGUIM y, por primera vez, la escuela tuvo un reglamento interno claro. Como parte del proceso se obtuvo la ayuda del ENSA (escuela francesa) para formar instructores, y posteriormente a este esfuerzo, se unió la VDBS (escuela Alemana). Ambos países nos han ayudado inmensamente, pero, enseñándonos a pescar y no dándonos el pescado. Durante este proceso, nunca hubo un extranjero, formando guías en Ecuador. A los que ya éramos guías, se nos dio las herramientas para poder enseñar. Fue así, como Ecuador llegó a alcanzar el nivel internacional, con su propio programa y sus propios instructores y sobretodo, sin que nos “den haciendo los deberes”.
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Joshua Jarrín, Remi Tivel y Gaspar Navarrete durante la participación de instructores ecuatorianos en cursos del ENSA 2015 |
Cada vez que un país ingresa a la Unión Internacional de guías hay que lidiar con detalles específicos de la realidad local. En nuestro caso, la parte más complicada ha sido comprender que la profesión obedece a conceptos flexibles. El guía ecuatoriano, Fredy Tipán, literalmente ha afirmado que: “alguien que no es capaz de guiar la Esfinge en Perú, no debería llevar la insignia”. Haciendo referencia a que en Ecuador, incluimos en la convalidación de guías antiguos, a individuos que gestualmente no lograrían ejecutar la mencionada escalada. Yo he puesto, en más de una ocasión, clientes en esa cumbre y no concuerdo con su parecer.
Aquel fue el principal acertijo, y me atrevo a decir que haber encontrado la solución, resume el éxito de la empresa. Fuimos capaces de encontrar terreno común entre conceptos que se nos presentaban antagónicos. Por un lado estaban los altos estándares gestuales que impone la certificación internacional, que si se aplicaban a “rajatabla” ninguno (incluyendo los que nos graduamos en Bolivia) sería guía UIAGM todavía. En la otra mano, teníamos la presión política para ejecutar este paso tan pronto sea posible! (a como dé lugar). En Ecuador la industria ya era demasiado grande como para que continúe sin “norte”.
¿Cuál fue este terreno en común?
Del lado técnico, entender que ser guía UIAGM tiene poco que ver con qué tan rápido se camine o que tan difícil se escale, sobretodo cuando se contrastan esas habilidades con procesos mentales como tomar de decisiones o manejar riesgo. Del lado político, eliminar las élites que se habían constituido para establecer un proceso más incluyente y adaptar lo que nos convenía a unos pocos (privilegiados), a lo que favorece a una mayoría y proyecta un mejor futuro para el colectivo.
Se “bajó la barra” para que accedan al diploma los guías antiguos, esos que compensan con trayectoria, sus deficiencias deportivas. Pero al mismo tiempo, para el futuro se la “levantó” más que nunca antes en el país (y en algunas disciplinas, más que en toda la región) para la aplicación en el programa de los guías jóvenes. Fue una acción de “borrón y cuenta nueva” para reiniciar la industria con normas claras.
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Gaspar Navarrete y Reiner Taglinger comparan las notas que han puesto a los alumnos de la VDBS durante un curso en las Dolomitas - Italia 2015. |
También hubo contratiempos.
Recuerdo que mi colega Gaspar Navarrete, tuvo que escuchar un tácito: “eso nunca va suceder” cuando le explicó al Aldo Riveros, que él prefería esperar a que la UIAGM llegue a Ecuador, antes que ir a formarse en Bolivia. Yo viví algo parecido en el Francia, en el 2015, cuando me anticiparon, por lo menos 10 años de espera para que Ecuador llegue a ser parte de la Unión. Ahora que nuestra presidenta forma parte del directorio internacional, puedo afirmar que: No nos ganaron por cansancio!
Y hay que decirlo, en casa también hubo impases. Individuos que cuando se les acabó el halo de “únicos” y se convirtieron un guía UIAGM más de Ecuador, tropezaron con su ego, abanderados por aquel: “yo si me esforcé más”. Olvidándose de que el haberse graduado en Bolivia, también representada haber seguido el programa de entrenamiento más corto que tenía la Unión. Las crisis fortalecieron la causa y salvo un par de casos (de esos que siempre están estorbar, más de lo que aportan), como grupo hemos trascendido y ahora miramos para adelante.
Entonces, respondiendo a la pregunta de arranque. POR SUPUESTO QUE VALIÓ LA PENA! Estoy convencido que el beneficio resultante para la industria y el país es mayor al perjuicio en el que los detractores del proceso cimientan sus argumentos. El historiador francés Mourice Druom decía: “en todo momento histórico aparecen dos posturas, la progresista y la reaccionaria”. Y tenía razón! En más de una ocasión se ha demostrado que todo proyecto que desafíe los establecido y plantee cambios, tendrá sus haters...a todos ellos, mis más cordiales saludos!
Agradecimientos:
Debo agradecer a guías de larga trayectoria como: François Marsigny, director de la escuela Francesa, Raúl Lora, director de la escuela Española, Mijel Lofti, instructor en Argentina, Aritza Monasterio, director técnico en Perú y a Reiner Taglinger, quien ocupa el mismo cargo en Alemania, porque sin ellos, nos habríamos perdido en la búsqueda de ese terreno en común. Gracias por aportar con perspectiva!
No a toda la escuela, es mi blog y me hago cargo. Para mi hubieron instructores neutros, otros que colaboraron porque fueron arrastrados por la ola, Un par que ciertamente me han dejado la impresión de que si habría dependido de ellos, la UIAGM sería siendo de unos pocos “elite” en Ecuador. Hay quienes salen de ese grupo y realmente se pusieron la camiseta: Nacho Espinoza, Chapico Cáceres, Andrés Herrera, Gaspar Navarrete...muchas gracias.
A mis presidentes, Juliana García y José Luis Peralvo, sin su apoyo político, esto todavía sería un sueño.
Y finalmente a mis mentores, en especial a los que ya no están entre nosotros: Gabriel Llano y Ralf Tenbrik, quienes en un momento crucial de mi vida supieron -estar ahí- para recordarme que pa’ atrás, ni para coger impulso!
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Joshua Jarrín, Reiner Taglinger, François Marsigny y Mijel Lofti durante las convalidaciones UIAGM en Ecuador |
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Instructores de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y España durante un encuentro organizado por la UIAGM. Huayna Potosí - Bolivia 2016 |