Sunday, November 17, 2019

Pirata de Montaña


Imagínese que usted es diagnosticado para un transplante de órganos. Ante la situación, el carnicero de la esquina, que además de ser hábil con los cuchillos, es muy simpático, se ofrece para ejecutar la cirugía. Es tan buena gente él, que además le dice que lo haría gratis...¿accedería usted al procedimiento?

Algo parecido se vive ahora en Ecuador.

El turismo de aventura y dentro de este, el de montaña, viven tiempos de transición. Dentro de esta “fanesca” destaca un personaje que para fines de redacción le llamaremos el pirata de montaña, pero cabe recalcar que ese no es el nombre con el que se auto identifica. Él, ella, ellos prefieren nombres más ambiguos, pero aquí algunas características, para que los puedan reconocer:
  • Habilidad para promocionarse en redes, dominan el moderno arte del -meme- y ciertamente, con todo el tiempo libre que les deja la falta de entrenamiento, puntúan constantemente en los medios gratuitos.
  • Evidente desconocimiento de las técnicas de escalada y montañismo. Según veo sus publicaciones en redes, ni siquiera saben, lo que no saben.
  • Interpretación conveniente de las normativas. Para ejecutar su operación, retuercen el reglamento y se mantienen en una ambivalente relación con lo legal, siempre fuera de su competencia. (algunas veces en complicidad de alguno que otro guarda parque y/o agencia).
  • Carisma, esto tiene que ver con la ambivalencia del punto anterior. Cada vez que van a la montaña, traen nuevos “amigos” para entrar “legalmente” y/o siempre andan de "caminata".
  • Creatividad, tanto motriz, a la hora de confeccionarse logos, que son más pintorescos que los originales, e inventiva, esto sirve para la auto adjudicación de “títulos”.
  • Su oferta tiene el precio más competitivo del mercado, tanto así, que a veces el tour sale “gratis”.
Sobre este último punto me gustaría enfatizar. Cuando alguien sale a la montaña reconociendo que no es capaz de interpretar todos los peligros para traerse de vuelta a casa sano y salvo y deposita esta responsabilidad en otra persona, le pague o no, esté segundo personaje, está guiando. 

En otras palabras, ejercer de guía de montaña no incluye solo cobrar por llevar gente al cerro. De hecho, ese es solo un aspecto derivado. Lo más importante es asumir la responsabilidad por la seguridad de los participantes y tomar las decisiones por los que confían en nosotros en una ascensión. Por lo tanto cabe la pregunta: ¿ha sido usted cliente alguna vez?...es decir, ¿salió a la montaña confiando en que alguien más iba a tomar las decisiones, porque este o esta se proyectaban como "más experimentados"?...puede ser que usted haya sido cliente y ni se había dado cuenta. 

¿Cómo opera el pirata de montaña? 
Hay varios modos, desde los más descarados que falsifican credenciales y logos, establecen una tarifa más barata que la oficial y les piden a sus clientes (por no decir víctimas) que al pasar por un puesto de control, declaren que es una caminata de "amiguis".

También está él, la, los piratas baratos. Los que ni cobran. Los que se proyectan como "conocedores/instructores" para salir gratis a la monta˜na y de paso quedarse con el cambio. Es decir, utilizan el amparo de la libertad que otorga el gobierno a las actividades deportivas, para organizar salidas y llevar gente a la montaña que les amortice el costo de su propio aprendizaje.

¿Quiénes son los cómplices del pirata de montaña? 
Hay varios. Desde el cliente que busca lo más barato sin medir las consecuencias, pasando por el guía mediocre que se acostumbró a recibir clientes sin promocionarse y no tiene más recurso que el precio como herramienta de mercadeo, hasta el burócrata gubernamental que emite regulaciones pensando en en que nadie toque su puerta, en el caso de un accidente.

Escribo esto porque me afecta?
No directamente. Como guía he trabajado duro para que mi clientela me contrate por la calidad de mis servicios y no por mi precio. Pero me da pena el rumbo que toma la industria en el país. Yo tomé mis primeras lecciones de monta˜˜ñismo y escalada en un club sin fines de lucro y practiqué (todavía lo hago) la actividad desde la perspectiva amateur, muy alejado de lo comercial. Cuando vuelvo al Grupo de Ascensionismo del Colegio San Gabriel, doy clases sin cobrar un centavo, pero me aseguro de tener las credenciales para hacerlo! Si es que hay un tema para el cual no estoy preparado, no me hago cargo, ni gratis.

¿Porqué esto es importante? 

Porque la operación del pirata de montaña atenta contra la vida de la gente. Las montañas son un escenario inherentemente peligroso y para jugar con seguridad se necesita conocimiento técnico y experiencia. Hasta ganarlos, la curva de aprendizaje es casi plana. Como en cualquier otra disciplina, el conocimiento no es gratuito y si bien se puede acceder al mismo a muy bajo costo (como en los clubes), hay que asegurarse que nadie abuse de esta configuración.  Nadie debe pagar por el aprendizaje de otros, sobretodo si se usa el engaño. Es decir, no hay que dejarse operar por el carnicero, solo porque es gratis.

Nota:

¿Somos los guías certificados inmunes a los accidentes?
Indudablemente que no. Sin embargo vale recordar que detrás de cada  profesional hay un esfuerzo y un entrenamiento que minimizan las posibilidades de un resultado negativo. Eso sin mencionar que, en el caso ecuatoriano, cada profesional de la ASEGUIM esta asegurado para responder ante las responsabilidades civiles.

Para que el público entienda, me permito informar que cada guía certificado en Ecuador ha pasado por no menos de tres años de carrera. Ha sido entrenado para trabajar en roca, glaciar y terreno combinado pasando por pruebas como encontrar 3 víctimas en una avalancha en 7 minutos en una área de 100m2, detener la caída y rescatar una víctima de dentro de una grieta en 20 minutos, llevar al suelo a dos clientes heridos (con una de las cuerdas cortadas) desde una altura superior a dos largos en terreno vertical, entre muchas otras...sin embargo, los detalles técnicos que componen el programa de entrenamiento más riguroso en el mundo (el UIAGM) no es lo que prepara a un guía, lo importante son las horas, días, años de análisis que se dedican a pasar de una generación a la otra, para poder tomar la decisión de darse la vuelta, a tiempo.